martes, 24 de mayo de 2011

LA ESPAÑA DEL SIGLO XVII

I – EL DECLIVE DEL IMPERIO ESPAÑOL

1 – Felipe III
Felipe III, sucesor de Felipe II, inaugura una nueva etapa política de los Austrias españoles, que en este siglo delegarán las tareas de gobierno en ministros omnipotentes o validos.
El reinado de Felipe III fue breve y pacífico. Su valido el Duque de Lerma consiguió mantener la Paz, tras firmar con los Países Bajos la Tregua de los Doce Años, que reconocía la independencia de Holanda.
En el interior, la expulsión de los moriscos agravó aún más los problemas de la agricultura, especialmente en Levante donde constituían una parte importante de la población campesina.

2 – Felipe IV
España vuelve a involucrarse en conflictos europeos. Al estallar la Guerra de los Treinta Años, el valido del rey, el Conde-Duque de Olivares, cree que es una oportunidad de frenar a Francia y mantener la hegemonía española en Europa. Sin embargo, las sucesivas derrotas (como la de Rocroi) llevan a España a firmar la Paz de Westfalia que marca el declive de la monarquía hispánica.
Agotada Castilla por la guerra, Olivares intentó reclutar hombres y recaudar impuestos en el resto de los territorios hispánicos. Sus exigencias provocaron el levantamiento de 1640 en Cataluña y Portugal.
Portugal acabó separándose de la Corona española.
Cataluña se alió con Francia, convirtiendo la sublevación en una continuación de la guerra. Terminó con la Paz de los Pirineos por la que se entregaba a Francia los territorios catalanes al norte de los Pirineos.

3 – Carlos II
Su reinado es el punto culminante del ocaso del Imperio. Se unen la incapacidad del rey, la corrupción de los validos, la crisis económica y la perdida de la hegemonía.
Su muerte sin descendencia dio lugar a un conflicto sucesorio entre los partidarios del candidato francés (Felipe de Borbón) y del candidato austriaco (Carlos de Habsburgo). La Guerra de Sucesión terminó con el triunfo francés lo que significó el fin de la dinastía de los Habsburgo.

II – CRISIS ECONÓMICA Y SOCIAL

1 – Crisis demográfica
La recesión demográfica general de Europa, tuvo especial gravedad en los reinos hispánicos. La población sufrió un importante retroceso.
A este retroceso contribuyen varias causas:
• La migración a América.
• Las bajas producidas por las guerras
• La expulsión de los moriscos.
• Las pestes, hambrunas y epidemias.




2 – La crisis económica
- La agricultura: Empeoró su situación debido al despoblamiento que provocaron las guerras y las epidemias y a la subida de impuestos. Muchos campesinos tuvieron que abandonar sus tierras y convertirse en mendigos.
- La ganadería vio reducirse los rebaños, por la sequedad de los pastos y la destrucción producida por las guerras.
- La industria y el comercio sufrieron también una disminución debido a la competencia de los productos extranjeros, a la poca capacidad adquisitiva de la población y sobre todo a la disminución de la demanda de América.
- Las finanzas públicas empeoraron como resultado del aumento de los gastos de la corte y las guerras. Pero sobre todo por la disminución de la llegada de oro y plata de América. Ni el aumento de los impuestos ni la devaluación de la moneda pudieron evitar las sucesivas bancarrotas de la Hacienda Real.

3 – Los problemas sociales
La afluencia de riqueza de América no sirvió para estimular las actividades productivas sino que se gastó en guerras y en favorecer un modelo social de tipo nobiliario en el que el capital se dedicaba a la compra de tierras y títulos..
Existía una masa de población empobrecida: los campesinos que habían perdido sus tierras, los artesanos arruinados por la competencia extranjera y los hidalgos que no podían sobrevivir con las escasas rentas de sus tierras.
El trabajo era considerado algo indigno y plebeyo y había pocos sectores que vivieran dignamente del producto de su trabajo.
En la Corona de Aragón la crisis fue mucho menos grave ya que su economía se basó en la producción y el comercio y se crearon manufacturas y compañías comerciales que sentaron las bases del desarrollo del capitalismo.

III – MADRID BAJO LOS AUSTRIAS

El territorio de la Comunidad de Madrid pertenecía al reino de Castilla. La mayor parte de sus pueblos y ciudades se dedicaban a la ganadería ovina ya que los rebaños trashumantes los atravesaban, pues la Cañada Real Segoviana cruzaba las tierras madrileñas de Norte a Sur.

1 – Madrid capital imperial
La villa de Madrid era al inicio de la Edad Moderna una de las principales poblaciones de la zona, ya que en ella se celebraban Cortes con frecuencia y poseía una residencia real
La multiplicación de los organismos de gobierno y del número de funcionarios provocado por la implantación de la monarquía autoritaria y al descubrimiento de América obligó a fijar la Corte en una ciudad. Felipe II eligió en 1561 la pequeña villa de Madrid. A esta elección contribuyeron varios factores:
• La situación de Madrid en el centro de la Península.
• El deseo de alejarse de los núcleos donde la nobleza y el clero tenían gran poder como Toledo o Valladolid.
• La existencia en Madrid de una residencia real, el Alcázar.
• La proximidad de Madrid a El Escorial donde el rey pretendía edificar su palacio.
Durante el reinado de Felipe III la capital se trasladó brevemente a Valladolid por los intereses de su valido.

2 – Otras ciudades madrileñas
Otras localidades destacadas durante esta época son:
Alcalá de Henares que fue un centro intelectual y religioso gracias a su universidad y a su vinculación con el arzobispo de Toledo.
San Lorenzo de El Escorial vivió una profunda transformación cuando Felipe II símbolo de la monarquía de los Austrias.
Buitrago de Lozoya, tenía gran importancia económica por su destacada actividad ganadera.


IV – POBLACIÓN Y SOCIEDAD DE MADRID

1 – El crecimiento demográfico
Desde su elección como capital, Madrid empezó a crecer de forma espectacular, mientras el resto de Castilla perdía población debido a la crisis.
El traslado de la capital a Valladolid supuso una pérdida de población, pero después volvió a crecer con fuerza.
Este crecimiento trajo algunas consecuencias negativas:
• El crecimiento caótico supuso que no se hicieran las reformas urbanísticas necesarias y que no hubiera suficientes viviendas
• Problemas de orden público y falta de fuerzas del orden para controlarlos.

2 – La sociedad del Madrid de los Austrias
Aunque Madrid se había desarrollado rápidamente, no había adquirido el carácter comercial e industrial de otras ciudades. Esto creó un desequilibrio entre los distintos sectores de la sociedad.
Los privilegiados eran muy numerosos. Los nobles eran un cuarto de la población y también el clero, atraído por la corte era muy abundante.
Dentro de los no privilegiados, artesanos y comerciantes eran un grupo muy reducido mientras que abundaban los criados y lacayos. La burocracia (funcionarios) y los empleados domésticos al servicio de los aristócratas y burgueses fueron los únicos sectores de la población activa que experimentaron un crecimiento constante durante esta época.
La abundancia de mendigos y vagabundos, fruto de las desigualdades sociales y de la crisis, hizo que los robos, peleas y alteraciones del orden fueran muy frecuentes.

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