jueves, 16 de diciembre de 2010

LA CIUDAD MEDIEVAL

I – CRECIMIENTO ECONÓMICO Y DEMOGRÁFICO
A partir del siglo XII la introducción de ciertos avances agrícolas y un aumento de la seguridad favorecieron el incremento de la producción agraria y el crecimiento de la población de Europa Occidental
La agricultura generó excedentes para vender en el mercado. El aumento de los intercambios estimuló la recuperación de la vida urbana.

1 – La expansión agraria y sus consecuencias demográficas
a) Aumento de la productividad:A partir del siglo XI se introdujeron en Europa una serie de innovaciones técnicas en la agricultura que significaron un aumento de la productividad de la tierra durante los siglos siguientes:
• Nuevas técnicas de cultivo: La rotación trienal y el uso de estiércol como abono.
• Nuevos instrumentos agrícolas: el arado de vertedera, la collera o las herraduras en los caballos mejoraron el rendimiento de la tierra. El uso del molino de viento o de agua facilitó la molienda del grano.
• La roturación de nuevas tierras incrementó la producción y permitió alimentar a más población.

b) Consecuencias demográficas:El incremento de la producción agraria permitió alimentar mejor a la población lo que hizo aumentar su esperanza de vida. La población aumentó de 45 millones de habitantes en el siglo XII a 75 millones en el siglo XIV.
La mejora de la agricultura también generó excedentes, es decir, sobrantes de alimentos y materias primas. Con ellos los campesinos y propietarios comenzaron a comerciar en las nacientes ciudades y a intercambiarlos por productos artesanos.
El naciente comercio y el crecimiento de la población atrajeron la emigración de campesinos a las ciudades, provocando un renacimiento de la vida urbana

2 – La artesanía y los gremios
La ciudad medieval se convirtió en un centro de producción de objetos manufacturados. El trabajo artesanal se organizaba en pequeños talleres, cuyo propietario era el maestro, que tenía la vivienda junto a su taller. Los productos se elaboraban a mano y junto al maestro trabajaban los oficiales, que cobraban un sueldo, y los aprendices que no cobraban o que incluso pagaban por el aprendizaje.
Los artesanos de cada ciudad se asociaban para protegerse de la competencia formando gremios.
• Los gremios establecían una serie de normas para que nadie realizara un oficio en la ciudad sin su permiso.
• Regulaban horarios, calidades y precios.
• Estaban organizados de forma jerárquica (aprendices, oficiales y maestros) y para pasar de un nivel a otro había que superar el examen del gremio.
• Los artesanos de un mismo oficio solían agruparse en calles que recibían el nombre de su actividad (curtidores, tintoreros, tejedores…).

3 – El comercio

a) Ferias y mercadosLos núcleos urbanos albergaban el mercado en el que se intercambiaban productos agrícolas por manufacturados
En algunas ciudades se celebraban ferias, mercados periódicos en los que se compraban y vendían los productos en grandes cantidades.

b) Comercio internacionalPara grandes distancias se utilizaba más el comercio marítimo que el terrestre ya que era más rápido, seguro y podían transportarse mayores cantidades.
• Por el Mediterráneo, desde Venecia, Marsella o Barcelona se comerciaba con Oriente y Bizancio, de donde se traían sedas y productos de lujo
• Por el Atlántico, desde Portugal hasta el Báltico se comerciaban vinos, pieles, maderas y trigo. El centro de esta ruta eran las ciudades de los Países Bajos (Brujas).


II – LA SOCIEDAD URBANA

1 – Aparición de la burguesía

Los habitantes de las ciudades gozaban de libertad personal y de una serie de derechos. Esto supone un cambio en la sociedad feudal. Aparece un nuevo grupo social no privilegiado, la burguesía, personas dedicadas a la artesanía y el comercio y que no dependían de ningún señor feudal.
Ganaban dinero con su trabajo y con los beneficios de sus negocios y según su riqueza se dividían en alta burguesía, formada por comerciantes y banqueros y pequeña burguesía que incluía a artesanos y pequeños comerciantes.
También vivían en las ciudades otros grupos sociales:
• Gentes humildes: oficiales, criados…
• Nobles y eclesiásticos que construyeron en las ciudades palacios y conventos
• Algunas minorías como los judíos que solían ser prestamistas o médicos y vivían en barrios cerrados (juderías).

2 – El gobierno de las ciudades
En su inicio las ciudades se gobernaban mediante asambleas de vecinos. Posteriormente se eligieron magistrados dirigidos por un alcalde Se reunían en el ayuntamiento. Con el tiempo a estos cargos solo accedían las familias más ricas.

3 – La cultura urbanaA partir del siglo XII el desarrollo de la economía y de la vida urbana permitieron una mayor educación y cultura de la población, especialmente de la burguesía.
En las ciudades pronto se desarrollaron escuelas y surgieron las primeras universidades. Allí se reunían profesores y estudiantes libres del control de las autoridades eclesiásticas y municipales. En ellas se estudiaban los saberes clásicos: el trivium y el quadrivium. También se estudiaba derecho, medicina, teología etc.
Destacan las universidades de París, Oxford, Bolonia o Salamanca.


III – CAMBIOS POLÍTICOS

1 – Afianzamiento del poder real

A partir del siglo XII, los monarcas aprovecharon el crecimiento económico para imponer su autoridad sobre la nobleza feudal.
Los burgueses necesitaban de libertad y seguridad para poder desarrollar su actividad económica. Así que buscaron el apoyo de los reyes que les ofrecieron cartas de privilegios, que les hacían libres y no sometidos a ningún señor feudal. También obtenían permisos para abrir mercados o garantías para poder desplazarse por el reino.
A cambio, los burgueses proporcionaron al rey, mediante los impuestos, recursos económicos para sus enfrentamientos con los nobles.

2 – Cortes y Parlamentos
En el Consejo Real empezó a aceptarse la presencia de la burguesía. Así se formaron las asambleas de representantes de los tres estamentos (nobleza, clero y burguesía). Estas asambleas se llamaron Parlamentos o Cortes y el rey tenía que contar con ellas para aprobar la recaudación de impuestos.

3 – Guerras entre las monarquías europeas
El deseo de afianzar su poder originó numerosos enfrentamientos entre los monarcas europeos. El más grave de estos conflictos fue la Guerra de los Cien Años que enfrentó a Francia e Inglaterra durante más de un siglo por un problema sucesorio. Terminó con la victoria del rey de Francia.


IV – CRISIS DE LA BAJA EDAD MEDIA

1 – Crisis económica y demográfica

• Desde principio del siglo XIV se sucedieron en Europa una serie de malas cosechas que hicieron disminuir la producción agraria y extendieron el hambre por todo el continente.
• A este problema se añadieron los daños provocados por las frecuentes guerras entre señores feudales que saqueaban los campos y provocaban inseguridad.
• El punto culminante de la crisis se alcanzó cuando, a mitad del siglo XIV, se extendió por toda Europa la Peste Negra causando una gran mortalidad.

2 – Crisis social
a) Las revueltas campesinas
El descenso de la población y de la producción agraria provocó la disminución de las rentas de los señores. Para compensarlo aumentaron los impuestos y endurecieron las condiciones de los campesinos.
Como consecuencia, aumentaron las tensiones sociales y numerosas revueltas campesinas de carácter antiseñorial se extendieron por toda Europa, siendo la más grave la Jacquerie en Francia.

b) Las revueltas urbanasEn las ciudades la mortalidad fue más elevada que en el campo. La escasez de alimentos y la reducción de la actividad económica provocaron la ruina de muchos artesanos y comerciantes.
Ante el aumento de la miseria, los grupos más desfavorecidos exigieron mejoras laborales y acceso a los cargos municipales. Las revueltas se extendieron por las principales ciudades de Europa y fueron duramente reprimidas por las autoridades municipales, los nobles y el rey.

FORMACIÓN Y EXPANSIÓN DE LOS REINOS PENINSULARES

I – FORMACIÓN DE LOS REINOS HISPÁNICOS (s. VIII, IX y X)

1 – El origen de Castilla y León

Los ejércitos islámicos que habían invadido la península Ibérica no llegaron a controlar la zona de la cordillera Cantábrica. Allí se refugiaron algunos nobles visigodos que crearon el reino de Asturias. Éste al expandirse se convirtió en reino de León y de él se separó el condado de Castilla.

a) El reino de Asturias:
El noble Pelayo obtuvo una victoria sobre los musulmanes en Covadonga. Esta batalla se considera el inicio de la Reconquista. Se llama así a la conquista de las tierras ocupadas por los musulmanes por parte de los cristianos.
Sus sucesores crearon alrededor de Oviedo el reino de Asturias que se expandió hasta dominar Galicia.

b) El reino de León:
Durante el siglo IX, Alfonso III, aprovechando la debilidad del emirato de Córdoba, ocupa las tierras despobladas junto al Duero, repoblándolas con cántabros, vascos y mozárabes. La capital se trasladó a León, por lo que el reino pasó a denominarse reino de León.
Durante el siglo X la expansión se frenó debido a las razzias de Al-Mansur.

c) Condado de CastillaLa zona oriental del reino de León era la más expuesta a los ataques musulmanes, por lo que se fortificó con numerosos castillos. Esta zona pasó a estar gobernada por condes y recibió el nombre de Condado de Castilla. El conde Fernán González consiguió independizarse de León y transmitir el gobierno de Castilla a sus hijos

2 – Los primeros condados y reinos pirenaicos

a) La marca Hispánica:Carlomagno necesitaba proteger la frontera de su reino frente a los musulmanes. Para ello creó una franja protectora fuertemente fortificada al sur de los Pirineos. Esta zona se llamó Marca Hispánica y se dividió en condados gobernados por condes que dependían del reino franco.

b) Los condados pirenaicos:
. Aragón: En el siglo IX los condados aragoneses de la Marca Hispánica (Aragón, Sobrarbe y Ribagorza) lograron su independencia del reino franco. En el siglo siguiente cayeron en poder del reino de Navarra.
. Cataluña: Durante el siglo IX los condados catalanes continuaron bajo el dominio del reino franco. A finales del siglo X, el conde de Barcelona, Borrell II, convirtió sus territorios en independientes y hereditarios.

c) El reino de Pamplona
A principios del siglo IX un conde de Pamplona, Iñigo Arista, logró expulsar a los francos e independizarse. El condado se convirtió en reino de Pamplona y más tarde en reino de Navarra.
En el siglo X, Sancho Garcés I consiguió importantes victorias sobre los musulmanes y extendió su reino hacia Álava y La Rioja.

d) Sancho III el Mayor
El reino de Navarra alcanza su máxima expansión territorial en el siglo XI con Sancho III el Mayor que consiguió unir Navarra, Castilla y Aragón. Pero a su muerte dividió el reino entre sus hijos:
García Sánchez heredó Navarra
Fernando, el condado de Casilla con el título de rey.
Gonzalo, los condados de Sobrarbe y Ribagorza, pero murió al poco tiempo.
Ramiro, el condado de Aragón, que se convirtió en reino incorporando los condados de Sobrarbe y Ribagorza.


II – LA EXPANSIÓN TERRITORIAL DE LOS SIGLOS XI Y XII
Durante el siglo XI, con la desaparición del Califato, los reinos cristianos iniciaron una fuerte presión sobre los reinos taifas, exigiéndoles el pago de tributos, las parias.

1 – Avances en la conquista
Fernando I de Castilla, unió a su corona el reino de León y ocupó las tierras al sur del Duero obligando a los reinos musulmanes a pagarle tributos.
• Alfonso VI conquistó Toledo y las tierras entre el Sistema Central y el Tajo. Al ser Toledo la capital del antiguo reino visigodo, el rey se proclamó emperador de todas las Españas.
• El avance de los reyes cristianos atemorizó a los monarcas islámicos, que llamaron en su auxilio a los almorávides del norte de África. A finales del siglo XI los ejércitos almorávides derrotaron a los reinos cristianos y consiguieron frenar su avance.
• En esta época destaca la figura del Cid Campeador. Rodrigo Díaz de Vivar fue un noble castellano que se enfrentó al rey Alfonso VI quien le desterró. Reunió una hueste con la que realizó diversas hazañas, entre las que destaca la conquista de Valencia. Aunque a su muerte esta ciudad cayó en manos de los almorávides, la figura del Cid se convirtió en una leyenda y sus hazañas fueron cantadas por los juglares y recogidas en el Cantar del Mío Cid.
• Durante el siglo XII llegaron los almohades también desde el norte de África.

2 – Unión y separación de los reinos occidentales
Castilla y León: Fernando I unió bajo su corona los reinos de Castilla y León, pero a su muerte los volvió a dividir entre sus hijos. Alfonso VI logró unificarlos de nuevo. A finales del siglo XI están ambos reinos unidos. Pero a lo largo del siglo XII volvieron a unirse y dividirse por motivos hereditarios y matrimoniales hasta su unión definitiva en 1230.
Portugal: Alfonso VI al morir dejó los reinos de Castilla y León a su hija Urraca y a su hija Teresa el condado de Portugal. El hijo de Teresa, Alfonso Enríquez se proclamó rey y Portugal se convirtió en un reino independiente.


3 – La repoblación de los territorios
Se denomina repoblación a la ocupación de las tierras que se habían quedado deshabitadas o que habían sido conquistadas a los musulmanes. Estas tierras se convertían en propiedad del rey que las entregaba a nobles como pago por su ayuda militar, a las órdenes religiosas para que fundaran nuevos monasterios o a campesinos libres.
Los nuevos habitantes procedían de los territorios cristianos, pero también había muchos mozárabes atraídos por los privilegios que otorgaba el rey a los repobladores y que se recogían en una carta de poblamiento.

III – LOS ORÍGENES DE MADRID

1 – La época musulmana

A finales del siglo IX el emir de Córdoba Muhammad I levantó una fortaleza junto al río Manzanares, en el lugar que hoy ocupa el Palacio Real.
A su alrededor fue creciendo un pequeño enclave amurallado llamado Mayrit que sufrió varios ataques de los reyes cristianos.
Cuando el Califato se desintegró, gran parte de los territorios madrileños pasaron a formar parte del reino taifa de Toledo.
Cuando Alfonso VI conquistó Toledo, Mayrit pasó también a manos cristianas y empezó a conocerse como Matrit.

2 - La incorporación al reino de Castilla
Los territorios madrileños fueron repoblados e incorporados al reino de Castilla. Para garantizar sus derechos se otorgó el Fuero de Toledo a varias poblaciones, entre ellas a Matrit, que fue la única que experimentó un crecimiento importante.
Aunque Madrid fue repoblada por cristianos, se permitió permanecer en ella a la población musulmana y judía.
En el siglo XII se consolidó como municipio libre vinculado a la corona (villa de realengo) y sus privilegios fueron confirmados.

martes, 23 de noviembre de 2010

LA EUROPA FEUDAL

I – EL NACIMIENTO DEL FEUDALISMO

1 – El Imperio Carolingio
A finales del siglo VIII, Carlomagno, rey de los francos, unificó gran parte de los territorios de Europa Occidental. En el año 800 se proclamó emperador, como sucesor del Imperio Romano de Occidente. Elaboró leyes y organizó la administración territorial en condados (condes) y marcas (marqueses).
A su muerte el imperio se dividió entre sus sucesores por el Tratado de Verdún. Durante los siglos IX y X, Europa se vio sometida a los ataques e invasiones de una serie de pueblos: normandos (vikingos) desde el Norte, musulmanes desde el Sur y húngaros por el Oeste, que provocaron una situación de gran inseguridad.

2 – Orígenes del feudalismo
El poder de los reyes era muy débil, no podían mantener un ejército, recaudar impuestos ni proteger a la población. Este papel lo asumen los nobles que establecen con los monarcas un sistema de relación personal llamado vasallaje.
En la ceremonia del homenaje el vasallo juraba fidelidad al rey y le prometía ayuda militar y económica. El rey a cambio le entregaba un feudo, unas tierras para vivir de ellas y gobernarlas (investidura).
Condes, eclesiásticos y grandes propietarios se convirtieron en señores feudales que podían dejar sus tierras en herencia. A su vez estos señores repartían parte de sus feudos a otros nobles menos importantes (caballeros)
Estos señores feudales son los que tienen el verdadero poder ya que se volvieron prácticamente independientes. Los campesinos, ante la inseguridad y la incapacidad del rey para protegerlos acudían a ellos en busca de protección. A cambio trabajaban las tierras de los nobles, les pagaban rentas y estaban bajo su autoridad.

Vocabulario:
- Vasallaje: Relación personal de fidelidad entre un rey y un noble o entre dos nobles por la que el noble promete obediencia al rey y este a cambio le entrega un feudo.
- Feudo: Tierra que entrega el rey a un noble o un gran noble a otro menos importante para que la explote, viva de ella y la gobierne.
- Privilegio: Derecho que solamente unos pocos pueden disfrutar.
- Estamento: Grupo social al que se accede por nacimiento y que se caracteriza por su función en la sociedad y los derechos que posee.
- Ceremonia de homenaje: Ceremonia por la que el noble jura fidelidad al rey y este a cambio le concede un feudo para su explotación y gobierno.
- Investidura: Entrega de un feudo a un noble a cambio de vasallaje.


II – LA SOCIEDAD FEUDAL

La sociedad era desigual. Estaba dividida en estamentos: grupos a los que se pertenecía por nacimiento y que tenían distinta situación jurídica. Podían ser:
Privilegiados: Tenían las tierras, el poder económico, militar y religioso y más derechos que el resto de la población (privilegios). Hay dos estamentos privilegiados:
o Nobleza: su función era la defensa y la guerra.
o Clero: la oración y la cultura.
No privilegiados: Eran la gran mayoría de la población. Su función era trabajar para mantener a los demás estamentos. Tenían que obedecerles y no tenían derechos. En este estamento se incluyen:
o Campesinos: La gran mayoría. Sus condiciones de vida eran muy duras. Después de pagar sus rentas, apenas tenían para subsistir.
o Artesanos: Eran muy escasos, aunque con un mejor nivel de vida.


1 – El rey y la nobleza
a) El rey y su corte
El rey se situaba en la cúspide de la sociedad feudal por lo que su misión era gobernar a su pueblo y mantener unido el reino en nombre de Dios.
Se le consideraba “el primero entre iguales”. Sus iguales eran sus vasallos, la alta nobleza y las principales autoridades religiosas, con los que el monarca compartía el gobierno del reino.
El rey tenía pocas atribuciones:
. Dirigir campañas militares a las que acudían los vasallos con sus ejércitos.
. Pedir impuestos en caso de guerras, coronaciones…
. Ejercer de juez supremo en litigios y pleitos.

Para gobernar el rey contaba con la ayuda de la Curia, formada por un grupo de notables que le aconsejaban a la hora de tomar decisiones.
Los monarcas medievales no tenían residencia fija. Se trasladaban con su corte de un castillo a otro. La corte era el séquito de personas que siempre le rodeaban: familia, amigos, consejeros…

b) La nobleza guerrera
La principal función de la nobleza era la de ser guerreros, Tener caballo y armas era muy caro y sólo podían costeárselo los señores feudales, que son los caballeros.
Los hijos de las familias nobles eran educados como guerreros hasta los 18 años cuando se les armaba caballeros y pasaban a formar parte de la orden de caballería.
Los nobles hacían la guerra para defender sus territorios o para ayudar al monarca. Si se ganaba, la guerra proporcionaba tierras y riquezas y acrecentaba su poder.
Su función social permitía a la nobleza vivir con privilegios: no trabajaban, no pagaban impuestos, llevar armas y ejercer el control del resto de la población.

c) La vida en los castillos
Los castillos eran las residencias fortificadas de los señores feudales y refugio para los habitantes del feudo en caso de guerra.
Los lujos y comodidades eran escasos: unos pocos muebles, tapices y colchones y chimeneas para calentarse.
En el castillo el señor recibía a sus vasallos, impartía justicia y se encargaba de recaudar los tributos de sus campesinos.
En ocasiones se celebraban banquetes o fiestas donde actuaban juglares y trovadores. Otras distracciones eran la caza a caballo y los juegos de armas y torneos.
Las mujeres permanecían en el castillo dedicadas a la organización de las tareas domésticas y el cuidado de los hijos. Las más refinadas se entretenían con la lectura y la música.

2 – La Iglesia y el clero
En la Edad Media los hombres y mujeres dedicados a la Iglesia eran otro grupo social privilegiado, el clero. En él se distinguía el alto clero (arzobispos, abades…), emparentado con la alta nobleza y con sus mismos privilegios, y el bajo clero (monjes y curas) con una situación más humilde.

a) La cristiandad y la vida cristiana
En aquella época la mayor parte de los habitantes de Europa occidental eran cristianos y se sentían miembros de una misma comunidad, la Cristiandad.
La Iglesia fijaba las obligaciones religiosas (rezar, asistir a misa, ayunar…) que permitían redimir los pecados y alcanzar la vida eterna.
La vida social estaba regulada por la religión: nacimiento, matrimonio, muerte tenían sus ceremonias religiosas y la Iglesia se encargaba de la enseñanza y de los enfermos.
La Iglesia estableció la “paz de Dios” y la “tregua de Dios”, periodos en los que las guerras debían detenerse. También determinó que iglesias y monasterios fueran lugares en los que no se podía entrar sin permiso y donde los perseguidos por cualquier motivo pudieran refugiarse.

b) La organización de la Iglesia
La Iglesia era una institución muy rica. Poseía inmensos feudos que producían grandes rentas y cobraba un impuesto a todos los cristianos, el diezmo.
Había dos tipos de clérigos:
. El clero secular, constituido por curas, párrocos y obispos que estaban al frente de un complejo conjunto de parroquias y diócesis que agrupaba a todos los cristianos.
. El clero regular: monjes y monjas que vivían en monasterios sometidos a una regla y dedicados a la oración.

c) Las cruzadas
Son campañas militares que pretendían liberar los Santos Lugares (Jerusalem y los lugares donde vivió Jesús) que habían caído en poder de los turcos.
Un fuerte espíritu religioso movilizó a gran cantidad de hombres, mujeres e incluso niños con la esperanza de alcanzar la salvación eterna, pero también con el afán de conseguir tierras y riquezas.

d) Los monasterios y las órdenes religiosas
- La Iglesia rural: La Iglesia, como toda la sociedad, tuvo que ruralizarse para regir la vida de los campesinos que eran la mayoría de la población.
Había una iglesia en todos los pueblos y aldeas que era el edificio central y el que regulaba la vida de sus habitantes: allí acudían a misa, a bodas, bautizos y entierros y en ella se celebraban asambleas y reuniones.
Y además se construyeron numerosos monasterios que eran centros de cultura, en los que se conservaban y copiaban textos y se enseñaba a leer y escribir.

- El monasterio: El monasterio era un conjunto de edificios y dependencias que le permitían ser autosuficiente (establos, graneros, cocina, molino…). Tenía sus propias tierras y funcionaba como un feudo con sus siervos y campesinos.
El centro del monasterio era la iglesia, donde los monjes rezaban varias veces al día, junto a ella estaba el claustro, patio porticado en torno al cual se disponían las estancias en las que se desarrollaba la vida de los monjes (habitaciones, refectorio, sala capitular, biblioteca, scriptorium).

- La vida de los monjes: Todos los monjes y monjas pertenecían a alguna de las numerosas órdenes religiosas que existían en la Edad Media. La principal era la de los benedictinos, fundada por San Benito de Nursia.
Cada orden tenía una regla, un conjunto de normas que regulaba la vida y actividades de sus miembros. En ella se establecían las horas de rezo, comida o trabajo. La principal labor de los monjes era estudiar y copiar manuscritos, pero también cuidaban enfermos, cultivaban el huerto, etc.
Cada orden se identificaba por el hábito que vestía, pero todas hacían los tres votos de obediencia, pobreza y castidad.

3 – Los campesinos y el feudo
a) Las tierras del feudo
El feudo lo formaban las tierras otorgadas por el rey o por un noble a otro señor feudal. Se dividían en:
. La reserva señorial: el señor se reservaba las mejores tierras, que eran trabajadas por sus siervos. En ellas solía estar el castillo.
. Los mansos: el resto lo repartía en lotes a los campesinos a cambio de unas rentas (parte de su cosecha y jornadas de trabajo en sus tierras).
. Otras tierras que eran propiedad de campesinos libres o de la Iglesia.
El señor feudal poseía sobre todas estas tierras la jurisdicción, es decir, el derecho dictar leyes, impartir justicia, cobrar tributos, controlar servicios…

b) los campesinos
Eran la mayor parte de la población. Podían distinguirse.
. Campesinos libres, con tierras propias o cedidas por el señor a cambio de una renta. Disponían libremente de sus vidas.
. Siervos: estaban ligados a la tierra del señor. No podían abandonarlas y para cualquier actividad necesitaban el permiso del señor.

c) La vida de los campesinos
Debían trabajar duramente para sobrevivir. El rendimiento de las tierras era escaso y practicaban la rotación bienal (trabajar la mitad de la tierra cada año). Las técnicas e instrumentos agrícolas eran muy rudimentarios.
La economía de los campesinos era de autoconsumo. Vivían de lo que producían y fabricaban ellos mismo su ropa y utensilios.
Vivían en pequeños pueblos o en casas diseminadas. Las casas eran sencillas con una o dos habitaciones y a veces con un establo. Un hogar servía para calentarse, cocinar e iluminar. El mobiliario y los enseres eran los mínimos imprescindibles.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

EL ISLAM

I – APARICIÓN DEL ISLAM
A principios del siglo VII aparece una nueva religión, el Islam. A partir de ese momento dos culturas diferentes comparten el espacio mediterráneo, cristianismo e islamismo.

1 - Mahoma
La nueva religión tuvo su origen en Arabia. Sus habitantes eran politeístas y acudían en peregrinación a La Meca donde se encontraba el santuario de la Kaaba que albergaba una famosa piedra negra.
Mahoma nació en La Meca y fue educado por un tío suyo. Trabajaba conduciendo caravanas hasta que se casó con una rica viuda. Era un hombre muy religioso y solía retirarse a meditar a una cueva.
Un día se le apareció el arcángel Gabriel que le anunció que él era el profeta de Alá (Dios) y que debía predicar una nueva religión basada en el sometimiento a la voluntad de Dios (Islam= sumisión).

2 - La Hégira
Mahoma predicó su mensaje a los habitantes de La Meca, pero no fue bien recibido y fue perseguido por sus ideas. Por eso en el año 622 dejó La Meca para refugiarse en Medina. Esta huída se conoce como la Hégira y marca el inicio de la era islámica.
Los habitantes de Medina aceptaron la nueva religión y con su ayuda Mahoma conquistó La Meca. A su muerte dominaba toda Arabia y casi todos sus habitantes eran musulmanes.

II – LA RELIGIÓN ISLÁMICA
1 - La doctrina islámica
La doctrina revelada por Alá a Mahoma está recogida en el Corán que es el libro sagrado de los musulmanes. Se compone de 114 suras o capítulos que se dividen en versículos.
La base fundamental de la fe islámica es el monoteísmo. Los musulmanes creen en un solo dios, eterno y todopoderoso, Alá. No se le representa en imágenes y a Mahoma tampoco.
Mahoma es el profeta de Alá, enviado para recordar a los hombres la ley que deben cumplir.
Los cinco principios básicos que los musulmanes deben cumplir son:
- Creer en un solo Dios
- Rezar cinco veces al día
- Ayunar en el mes del Ramadán
- Dar limosnas
- Peregrinar a La Meca una vez en la vida

El Islam se divide en dos ramas principales:
- Sunnitas: Creen que los califas no tienen que tener lazos de sangre con Mahoma
- Chiitas: Creen que la sucesión de Mahoma corresponde a su yerno Alí y sus descendientes.

2 - La Mezquita
Es el lugar donde los musulmanes se reúnen para la oración. Consta de:
- Una amplia sala de oración. Suele estar llena de columna
- Un patio porticado con la fuente para la purificación.
- Un minarete, alta torre desde la que se llama a los fieles a la oración
Otros elementos de la mezquita son:
- La quibla es el muro orientado a La Meca
- El mihrab, hornacina o pequeña capilla situada en la quibla hacia la que miran los fieles durante la oración.

Vocabulario:
- Imán: Líder religioso musulmán que dirigen la oración en las mezquitas.
- Ulema: Encargado de interpretar los textos sagrados del Islam.
- Califa: príncipe del imperio islámico que ejercía a la vez el poder político y religioso.
- Cadí: juez islámico que juzga de acuerdo con las normas del Corán


III – LA EXPANSIÓN DEL ISLAM
1 - Las primeras conquistas:
• A finales del siglo VII los musulmanes controlaban Egipto y Libia por el oeste y Siria, Irak e Irán por el este.
• En el siglo VIII ocuparon:
o Por occidente el Norte de África y la Península Ibérica. Desde allí entraron en Francia pero fueron derrotados en la batalla de Poitiers.
o Por oriente, desde Persia (Irán) conquistan Afganistán y Pakistan.
o Por el Norte llegan hasta Constantinopla, capital del Imperio Bizantino.

2 – Etapas del Imperio Islámico
Califato Omeya: Los Omeyas gobernaron todos los territorios conquistados hasta 750. Su capital estaba en Damasco y las distintas provincias estaban gobernadas por un emir.
Califato Abasida: Los abasíes derrotaron a los Omeyas y trasladaron la capital a Bagdad. La expansión territorial se frenó y paulatinamente algunos territorios se fueron independizando (Al-Andalus: Califato de Córdoba)

3 – La integración de los pueblos conquistados
Aunque las conquistas se realizaban en nombre de la religión, no se obligaba a los pueblos conquistados a convertirse y se les permitía seguir practicando su religión.
Los cristianos y judíos eran considerados una minoría protegida, pero debían pagar un tributo. Y como los musulmanes disfrutaban de ventajas sociales y económicas, la mayor parte de los habitantes de los territorios conquistados acabó convirtiéndose al islamismo.


IV – EL ISLAM EN LA PENÍNSULA IBÉRICA: AL-ANDALUS
A principios del siglo VIII los musulmanes conquistaron la Península Ibérica. Su presencia en la Península durante varios siglos marcará la cultura y las formas de vida de la sociedad hispánica.

1 – La conquista
Los ejércitos musulmanes cruzaron el estrecho de Gibraltar en el año 711 y derrotaron al último rey visigodo don Rodrigo en la batalla de Guadalete.
Mandadas por Tarik y Muza, las tropas musulmanas avanzaron rápidamente y conquistaron las principales ciudades y la capital del reino visigodo, Toledo. En siete años controlaron toda la Península Ibérica excepto las montañas del Norte.
Algunos nobles visigodos se refugiaron en la zona asturiana y resistieron a la invasión. El resto de la población hispano-visigoda se rindió fácilmente a los invasores. La nobleza pacto con ellos para conservar sus tierras y los campesinos pasaron a depender de los nuevos amos.

2 – Etapas de la historia de Al-Andalus:
Emirato Dependiente de Damasco: El territorio conquistado fue llamado Al- Andalus y convertido en un emirato dependiente del Califato de Damasco. La capital se estableció en Cordoba y un valí o emir gobernaba el territorio.
Los ejércitos musulmanes continuaron su expansión por Francia pero fueron derrotados en Poitiers. En esta etapa hubo enfrentamiento entre los árabes y los bereberes por el reparto de las tierras conquistadas.

Emirato Independiente: A mediados del siglo VIII los califas de Damasco fueron depuestos por los Abasíes. El último miembro de la familia Omeya, Abd-al-Rahman I, huyó y se estableció en Al-Andalus donde se convirtió en emir y se proclamó independiente del Califato de Bagdad. Ya no obedecía políticamente al califa abasí, pero seguía reconociendo su autoridad religiosa.

El Califato de Córdoba: Cuando accede al poder Abd-al-Rahman III, había en Al-Andalus numerosos problemas: disputas internas, avances de los cristianos del Norte y amenazas de los musulmanes del Norte de África. El emir consiguió dominar militarmente a los cristianos, impuso su autoridad sobre todos los grupos sociales de su territorio y frenó las amenazas africanas.
En 929 se hace religiosamente independiente de Bagdad y se proclama Califa de los Creyentes de Al-Andalus. La época del califato fue la de máximo esplendor y estabilidad de Al-Andalus, se produjo un gran auge económico y cultural y se frenó la expansión de los reinos cristianos, especialmente en la época de Al-Mansur que dirigió varias expediciones militares contra los reinos cristianos

Los reinos de Taifas: A la muerte de Al-Mansur la unidad del Califato empieza a resquebrajarse. En 1031 Al-Andalus se había fragmentado en más de 25 reinos de taifas, una especie de ciudades estado con una ciudad importante y un territorio bajo su control (Sevilla, Toledo o Zaragoza están entre las más importantes).
Estos pequeños reinos gozaron de gran prosperidad económica, pero no pudieron frenar el avance de los ejércitos cristianos. A pesar de las dos invasiones procedentes de África que frenaron temporalmente este avance (almorávides y almohades), en el siglo XIII los cristianos conquistaron casi todas las tierras de Al-Andalus.

El reino de Granada: La taifa de Granada fue la única que sobrevivió al avance de los reinos cristianos. Estaba gobernada por reyes de la dinastía nazarí y comprendía un amplio territorio en el SE de la península.
Su enorme riqueza tanto agrícola como marítima le permitió pagar fuertes impuestos a los reyes de Castilla y evitar ser conquistado.


3 – Economía de Al-Andalus
El centro económico era la ciudad, allí residían los artesanos y se desarrollaba el comercio, tanto local (zocos) como internacional.
La mayoría de la población se dedicaba a la agricultura. Los musulmanes introdujeron nuevas técnicas de regadío (norias y acequias) y nuevos cultivos (arroz, cítricos).
Existía una floreciente artesanía controlada por el estado (cuero, forja, textiles…). Sus productos se vendían en el zoco.
El comercio internacional era muy activo. De África y Oriente se importaban materias primas y se exportaban productos agrícolas y artesanos.

4 – La Sociedad de Al- Andalus
La sociedad de Al-Andalus era muy compleja ya que incluía varias religiones.
Los musulmanes incluían:
- Árabes: formaban la élite política y social. Tenían los altos cargos y las tierras.
- Bereberes: Más numerosos y humildes. Solían ser pastores o campesinos.
- Muladíes: Eran los hispano-visigodos convertidos al Islam.
Los no musulmanes pagaban impuestos y tenían menos derechos:
- Mozárabes: Hispano-visigodos que seguían siendo cristianos, solían vivir en las ciudades. En épocas de persecuciones emigraron a los reinos cristianos.
- Judíos: Llegaron con los musulmanes. Se dedicaban al comercio, la artesanía, la medicina, la ciencia…


V – CULTURA Y ARTE DEL ISLAM

1 – El esplendor de la cultura islámica
Entre los siglos VIII y IX la civilización islámica vivió una etapa de esplendor que contrasta con la Europa cristiana, rural y empobrecida.
La lengua común, el árabe, permitió la rápida trasmisión de conocimientos. Destacaron los estudios matemáticos, con la introducción de los números arábigos, y las ciencias aplicadas a la fabricación de productos y a la ingeniería. También fueron importantes los avances en medicina y astronomía.
La figura más destacada es el filósofo de Al-Andalus Averroes, que estudió a Aristóteles e intentó conciliar fe y razón.

2 – Arte islámico
La prohibición de representar imágenes dio lugar a un arte dedicado especialmente a la arquitectura y las artes decorativas. Las características de la arquitectura son:
• Materiales pobres. Construyen sobre todo con ladrillo y con yeso.
• Uso del arco y la bóveda con gran variedad de tipos.
• Decoración en mármol, mosaico o pintura con motivos vegetales y geométricos.
• La principal construcción es la mezquita con su amplia sala de columnas.
De la riqueza artística de Al- Andalus todavía quedan importantes restos:
• Del periodo califal tenemos la Mezquita de Córdoba caracterizada por:
o Sala de columnas con dos pisos de arcos decorados en blanco y rojo
o Uso del arco de herradura y de la bóveda de nervios entrecruzados
o Lujosa decoración con motivos vegetales.
• Reinos de Taifas: La Aljafería de Zaragoza:
o pobreza constructiva disimulada con riqueza decorativa.
• Reino de Granada: La Alhambra:
o Palacio organizado en torno a patios con fuentes y jardines
o Finas columnas y arcos esbeltos de yeso
o Abundancia de decoración en yeso, azulejo y madera
o Variedad de motivos decorativos. Destaca el mocárabe.

martes, 18 de mayo de 2010

miércoles, 12 de mayo de 2010

jueves, 15 de abril de 2010

miércoles, 14 de abril de 2010

ETIMOLOGÍA

Cambios fonéticos del latín al castellano

1 – La -m al final de la palabra se pierde (rosam --> rosa)

2 - La -e final no acentuada desaparece (vilem -->vil)

3 - La –u final átona se convierte en –o (templum --> templo)

4 – La s- inicial seguida de otra consonante antepone una vocal e- (Studium -->estudio)

5 – Los diptongos au, ae, oe, evolucionan a o, a y e respectivamente (aurum -->oro, aedificium--> edificio, amoenus-->ameno)

6 – Las oclusivas sordas (p-t-c) entre vocales (o entre vocal y r ó l) se vuelven sonoras (b-d-g) (mutare-->mudar, capram-->cabra, secare-->segar)

7 – Las consonantes geminadas se simplifican (se mantiene la rr) (attentum-->atento)

8 – La l geminada se convierte en ll, la doble n en ñ. (bellam-->bella, Nahum-->año)

9 – Las oclusivas sonoras (b-d-g) entre vocales (o entre vocal y r ó l) suelen desaparecer (traditorem-->traidor)

10 – El grupo –ns- se convierte en –s-, el grupo –gn- en ñ (constare-->costar, legnam-->leña)

11 – La o breve tónica se convierte en el diptongo ue (mortem-->fuerte)

12 – La e breve tónica se convierte en el diptongo ie (bene-->bien)

13 – Las vocales àtonas postónicas se pierden (miserabilem-->miserable)

14 – La f- inicial delante de vocal se convierte en h- ( formicam-->hormiga)

15 – Los gupos iniciale cl-, fl- y pl- evolucionan a ll (planum-->llano)

16 – El grupo –ct- pasa a –it- y luego la t palataliza y se convierte en -ch- (tructam-->trucha).

17 – El gupo –cul- tras sílaba tónica evoluciona a –j- (acuculam-->aguja)

18 – El grupo –li- intervocálico evoluciona a –j- o –ll- (concilium-->concejo).

CASOS EXCEPCIONALES EN LAS DECLINACIONES

1ª Declinación

- Algunos nombres de ciudades tienen Locativo, un caso de origen indoeuropeo que indica lugar y que tiene la misma forma que el genitivo singular. Romae: en Roma.
- Algunos nombres pueden hacer el dativo y el ablativo plural en –abus (sobre todo los que pueden confundirse con otros similares de la 2ª declinación, por ejemplo filia o dea). Deis deabusque: para los dioses y las diosas.
- Algunos nombres son defectivos, es decir solo tienen singular (iustitua o scientia) o plural (angustiae, tenebrae).
- Otros tienen distinto significado en singular que en plural: littera (letra), litterrae (carta), aqua (agua), aquae (aguas termales), copia (abundancia), copiae (tropas).

2ª Declinación

- Los sustantivos terminados en –ius pueden hacer el genitivo singular y el nominativo plural en –ii o en –i
- Deus, dei puede hacerlo de tres formas: dii, dei o di, y lo mismo ocurre con el dativo y el ablativo plural: diis, deis, dis.
- Algunas palabras pueden hacer el genitivo plural en –um.

3ª Declinación

- En las palabras de tema en –i el acusativo singular puede ser –em pero también –im, el acusativo plural puede hacerse en –is y el ablativo singular en –i
- Hay algunos sustantivos irregulares como Iuppiter-Iovis, iter-itineris, bos,bovis.
- Existen algunos adjetivos de tema en –i con tres terminaciones (que tienen el nominativo femenino distinto del masculino): acer- acris- acre.

4ª Declinación

- Algunos sustantivos hacen el dativo y ablativo plurales en –ubus para distinguirse de términos similares de la tercera declinación (partibus de pars-partis, partubus de partus-partus).
- Algunas veces se produce una asimilación de los sustantivos de la cuarta declinación con los de la segunda y encontramos mezcla de formas de ambas declinaciones. Es destacable el término domus.

5ª Declinación

- La mayoría de los nombres de esta declinación (excepto res-rei y dies-diei) son defectivos y se declinan únicamente en singular (facies-faciei, species-speciei)

domingo, 7 de marzo de 2010

LA HISPANIA ROMANA

I – ANTECENDENTES
Durante el primer milenio a.C. la Península Ibérica es un mosaico de pueblos, tanto de origen indígena como de procedencia indoeuropea sobre los que actúa la influencia económica y cultural de pueblos colonizadores procedentes del Mediterráneo Oriental.
A – Pueblos colonizadores: vienen a la Península Ibérica atraídos por su riqueza mineral y su situación estratégica para el comercio del estaño de las Islas Británicas. Se asentaban en la costa, en pequeñas factorías desde donde comerciaban con los indígenas cambiando joyas, tejidos y cerámica por cobre, plata, oro o estaño.
1 – Fenicios: Hacia el año 1000 a. C. fundan su primera colonia, Gadir (Cádiz). La mayoría de sus principales colonias (Sexi, Abdera, Malaca) se sitúan en el sur de la costa mediterránea desde donde comerciaron principalmente con Tartessos. Aportaron a la cultura indígena el uso del hierro, la salazón de pescado, nuevas técnicas de fabricación de cerámica y de teñido de los tejidos. Pero su mayor aportación es el alfabeto, base de nuestro sistema de escritura.
2 – Griegos: Llegan algo más tarde que los fenicios y rivalizan con ellos en el comercio con los indígenas. Se asientan en la costa levantina y catalana (Emporión). Introducen entre los indígenas nuevos cultivos y nuevas especies de animales domésticos, difunden el arado y nuevas técnicas en la fabricación de tejidos. Imponen el uso de la moneda en los intercambios comerciales.
3 – Cartagineses: Al ser conquistadas las ciudades fenicias, su principal colonia Cartago, toma el control de las demás y lo hace de un modo militarista e imperialista que le lleva a enfrentarse con los griegos en la batalla de Alalia, a dominar y cobrar tributos a los indígenas y finalmente a luchar con los romanos.

B – Los pueblos indígenas: La etapa de las colonizaciones hasta la conquista romana corresponde en la Península Ibérica a la última fase prehistórica, la Edad del Hierro. La cultura autóctona recibirá la influencia de los colonizadores, diferenciándose los pueblos mediterráneos, más avanzados, de las culturas del interior.
1 – Tartessos: Es el primer estado que surge en la Península. El conocimiento que tenemos de él tiene mucho de legendario. Estaría situado en torno a la desembocadura del Guadalquivir y debió alcanzar un gran esplendor gracias al comercio con los colonizadores. Su economía se basaba también en la minería, la ganadería y la pesca, así como en algunas actividades industriales relacionadas sobre todo con los metales. Su desarrollo social alcanzaría la diferenciación en clases con los terratenientes en la cima y los esclavos en la base, destacando una rica clase media de comerciantes. De su rica cultura lo que más nos ha llegado es una bella orfebrería relacionada sobre todo con los rituales funerarios. No se conocen las causas que provocan la decadencia de este pueblo hacia el siglo VI a. C. y su desaparición como estado en el siglo siguiente.
2 – Los Íberos: Son un conjunto de pueblos independientes entre sí pero que tenían muchos aspectos sociales y culturales comunes. Se sitúan sobre todo en la costa mediterránea y valle del Ebro y son los más influenciados por los colonizadores. Vivían en poblados amurallados en los que se han encontrado necrópolis y santuarios con gran cantidad de ofrendas y exvotos. Su economía se basaba en la agricultura y la ganadería, dominaban el hierro y desarrollaron con los colonizadores un próspero comercio con monedas de acuñación propia. En su sociedad, altamente estratificada tenían gran importancia los guerreros entre los que se establecían fuertes lazos de fidelidad personal. Poseían su propio sistema de escritura que no podemos traducir. Entre sus ricas manifestaciones artísticas con fuerte influencia oriental destacan la escultura, la cerámica y la orfebrería (la Dama de Baza o la Dama de Elche son ejemplos famosos).
3 – Pueblos célticos: En el centro y el interior de la Península predominan pueblos a los que se llama celtas por su pasado común indoeuropeo. Habitaban en poblados amurallados y vivían fundamentalmente de la ganadería, conocían la metalurgia del hierro y se organizaban en tribus gobernadas por una aristocracia guerrera. Sus manifestaciones artísticas, básicamente abstractas, se plasman sobre todo en su rica orfebrería de oro.

II – LA CONQUISTA
La conquista de la Península Ibérica, que se incorporó al Imperio Romano con el nombre de Hispania, duró unos doscientos años. Tan larga duración se debió a la fragmentación territorial y a la resistencia ofrecida por los pueblos indígenas. El proceso se dividió en las siguientes etapas:
1 – Las Guerras Púnicas: La llegada de los romanos a la Península Ibérica se produjo en el contexto de su rivalidad con los cartagineses. Para frenar el avance púnico por Iberia las tropas romanas desembarcaron en Emporión en el año 218 a. C. La conquista de Sagunto por los romanos dio lugar a la segunda Guerra Púnica. Parte de los episodios de esta guerra se desarrollaron en Hispania, donde Publio Cornelio Escipión Africano consiguió expulsar a los cartagineses de la Península y apoderarse de todas sus colonias.
2 – La conquista de la Meseta: La ocupación del interior peninsular chocó con la fuerte resistencia de los indígenas tanto en la Meseta Norte como en la Sur:
o Las guerras lusitanas: En las tierras de la actual Portugal se levantó contra la ocupación romana el caudillo lusitano Viriato, quien mediante una táctica de guerrillas derrotó durante largo tiempo a los romanos. Una traición de sus seguidores causó su muerte y la derrota de su pueblo. Así los romanos pudieron terminar la conquista de la Meseta sur.
o Las guerras celtíberas: La lucha en la Meseta norte está protagonizada por pueblos de origen céltico como los vacceos y arévacos, cuya capital, Numancia, sufrió un largo asedio tras el cual fue derrotada y destruida.
3 – Los pueblos montañeses: Los pueblos de la franja cántabro-pirenaica, fuera del control del Imperio, realizaban constantes actos de pillaje en los valles del Duero y Ebro. Tras el paréntesis de las guerras civiles que frenaron la conquista, el propio Augusto dirigió una serie de expediciones de castigo contra cántabros y astures. La fuerte represión a la que fueron sometidos permitió tenerlos en adelante controlados, aunque nunca fueron romanizados por completo.

III – LA ROMANIZACIÓN
La romanización fue un proceso de asimilación no sólo lingüística y administrativa sino también de implantación de la organización social, económica y de las formas de vida romanas. Este proceso no afectó a todas las áreas de Península por igual. En las zonas donde la conquista había sido más rápida, levante y sur, también la romanización fue más intensa. La Mesta se romanizó más lentamente. Y las zonas septentrionales permanecieron aferradas a sus tradiciones agropecuarias.
El principal agente de romanización fue la creación de una amplia red urbana que sirvió para organizar la colonización, explotación y asimilación del territorio. Se ampliaron las antiguas ciudades íberas, fenicias, griegas y cartaginesas y se fundaron nuevas para albergar colonos itálicos, soldados licenciados o campamentos militares.
1 – Organización político-administrativa: El territorio de Hispania se dividió en provincias. Augusto creó las provincias Baetica, Lusitania y Tarraconensis (divida después en Tarraconensis, Carthaginensis y Gallaecia). La Bética estaba bajo el control del Senado y las otras dos eran gobernadas por un delegado del propio emperador. Los gobernadores o pretores residían en las respectivas capitales: Hispalis, Emerita Augusta y Tarraco. La unidad territorial era el municipium (una ciudad más el territorio que la rodea) gobernados por los duumviri. Para facilitar la administración de justicia cada provincia se subdividía en conventus. Al frente de la hacienda provincial había un cuestor cuya misión era hacer el censo y recaudar los impuestos.
2 – Organización económica: Los romanos pronto emprendieron la explotación económica de los recursos de Hispania.
Continuaron la explotación de la riqueza mineral iniciada por los colonizadores. Las minas pasaron a propiedad del estado que las concedía en arrendamiento.
Las tierras pasaron a formar parte del ager publicus y fueron repartidas en lotes para ser entregadas a los veteranos de las legiones o vendidas a grandes propietarios. Se empleaban sobre todo en el cultivo de la trilogía mediterránea y proporcionaron a Roma grandes cantidades de trigo, vino y aceite de gran calidad.
La industria, menos desarrollada, produce sobre todo salazones de pescado y el garum, una salsa de pescado macerado de sabor muy fuerte muy apreciada en Roma.
El comercio de estos productos se veía favorecido por una completa red de calzadas que recorrían el Imperio. En Hispania destacaban la Vía Augusta que recorría la costa levantina y la Vía de la Plata que en el occidente peninsular unía el norte y el sur
En el Bajo Imperio, la economía se ruraliza y las villas alcanzan gran desarrollo sustituyendo a las ciudades como núcleos económicos.
3 – Organización social: La sociedad indígena se asimiló a la división social de Roma. Había hombres libres y esclavos. Entre los hombres libres estaban los que pertenecían a la clase senatorial (altos cargos y grandes propietarios de origen latino), los del orden ecuestre (cargos intermedios de la administración) y los decuriones (hombres ricos de las ciudades que participaban en el gobierno de las mismas). El resto pertenecía a la plebe. De estos hombres libres no todos tenían la misma situación jurídica, sólo unos pocos tenían la ciudadanía romana, otros, los más romanizados, tenían la ciudadanía latina y el resto eran súbditos de Roma. En el siglo III d. C. el emperador Caracalla concedió la ciudadanía romana a todos los habitantes del imperio. Los esclavos no tenían derechos ni podían acceder a la propiedad. La mayoría eran prisioneros de guerra y realizaban los trabajos más duros en las minas, el campo o el servicio doméstico.
A partir del siglo III y dentro del proceso de ruralización que acompañó a la crisis, los artesanos y obreros urbanos y muchos esclavos liberados fueron convertidos en colonos de las villas, recibiendo un lote de tierra para su explotación a cambio de una renta.
4 – Cultura y arte: Además de la lengua latina, que se hablaba en la mayor parte de la Península y que pronto dio importantes escritores (Seneca, Lucano o Marcial), los romanos introdujeron en Hispania su religión (asimilando sus dioses en muchas ocasiones a los dioses indígenas) y su arte. Los romanos practicaban un arte pragmático y de propaganda de las bondades del Imperio en el que destaca la arquitectura de carácter monumental y público, destacando las obras de ingeniería (acueductos como los de Mérida y Segovia o puentes como el de Alcántara), los edificios de espectáculos (teatros de Mérida y Sagunto y anfiteatros como el de Segóbriga) y los monumentos conmemorativos (arcos de triunfo de Bará y Medinaceli). La escultura es continuación de la griega, con imágenes de dioses e importantes retratos. Abundan los mosaicos que decoraban los edificios públicos y las grandes villas del Bajo Imperio.

miércoles, 3 de marzo de 2010

viernes, 12 de febrero de 2010

domingo, 31 de enero de 2010

VERBOS LATINOS

a) Enunciación: Para enunciar los verbos latinos se usan cinco formas:
- 1ª p. sing. del presente de Indicativo
- 2ª p. sing. del presente de Indicativo: indica la vocal temática
- Infinitivo
- 1ª p. sing. del pretérito perfecto: Sirve para conjugar el tema de perfecto.
- Supino
(Ej.: Amo, amas, amare, amavi, amatum)

b) Las formas verbales latinas se componen de un lexema o raíz (indica el significado), un morfema que indica el tiempo y el modo y las desinencias que indican nº y persona

c) La voz pasiva se expresa mediante formas simples y viene indicada por las desinencias:
- Voz activa: -m/o –s –t –mus –tis –nt.
- Voz pasiva: -r –ris –tur –mur –mini –ntur.

d) El pretérito perfecto, el pluscuamperfecto y el futuro perfecto se expresan en latín mediante formas simples (amavi, amaveram, amavero). El pretérito indefinido no tiene en latín forma específica. El perfecto se corresponde a la vez con el indefinido y el pretérito perfecto.

e) No existe el condicional. Sus funciones las asume el subjuntivo que además indica la subordinación.

f) En latín existen más formas nominales del verbo además del infinitivo, el participio y el gerundio. Son el gerundivo y el supino.





jueves, 14 de enero de 2010

El Imperio Romano (27 a. C. - 476 d. C.)

Tras vencer en la guerra civil que puso fin al Segundo Triunvirato, Octavio Augusto crea una nueva forma de gobierno en Roma, el Imperio que durará cinco siglos.

I – Etapas: 1) El principado abarca la época de Augusto (27 a. C – 14 d. C.) que asume los títulos de Príncipe, o primero en el Senado y Emperador, es decir, jefe del ejercito, así como las principales magistraturas y el poder religioso como Pontífice Máximo.
El éxito de Augusto respecto a los intentos dictatoriales anteriores reside en haber sabido resolver los problemas que afectaban a la República:
o Renueva la administración, evitando la corrupción y haciéndola más eficaz para gobernar los extensos territorios conquistados.
o Respeta la mayoría de las instituciones republicanas y el prestigio del senado.
o Finaliza muchas de las guerras de conquista iniciadas en el período anterior, iniciando la etapa conocida como Paz Augusta.
o Favorece la romanización de las provincias conquistadas y su comunicación con la capital mediante la fundación de colonias y la construcción de calzadas.
o Se gana el favor de la población de Roma gracias a un programa de obras públicas que crea puestos de trabajo y mejora el urbanismo de la ciudad.
Aunque no estableció un sistema de sucesión claro, impuso la costumbre de que el emperador nombrara a sus sucesor, iniciando la etapa de las Dinastías.

2) El Alto Imperio: Las dinastías que caracterizan esta etapa son la Julio-Claudia, los Flavios, los Antoninos y los Severos. Los aspectos más destacados son:
• Se frena el ansia de conquista para centrarse en la explotación colonial.
• Se consolidan las conquistas anteriores y se amplían los límites del Imperio hasta su máxima expansión en tiempos de Trajano.
• Destacan las figuras de algunos emperadores de origen no itálico, como Trajano o Adriano, de origen hispano o Septimio Severo, africano.
• Se extiende la ciudadanía romana a todos los habitantes libres del Imperio en época del emperador Caracalla.

3) Crisis del siglo III: Se inicia una etapa de duras luchas por el poder. El ejército se convierte en el árbitro de la situación y las propias legiones nombran emperador a sus generales, llegando a haber dos y hasta tres emperadores a la vez.

4) El Bajo Imperio: - Diocleciano reorganizó la administración y las finanzas y dividió el gobierno, creando un sistema conocido como la Tetrarquía, compuesto por dos Augustos y dos Césares.
Tanto él como sus sucesores restablecieron la autoridad imperial convirtiéndose de hecho en monarcas absolutos apoyados en el ejército y en una compleja burocracia.
- Constantino reunificó el gobierno y trasladó la capital a Bizancio, en el extremo oriental del Imperio y la llamó Constantinopla.
- Teodosio a su muerte dividió el Imperio entre sus dos hijos, Oriente para Arcadio y Occidente para Honorio. Queda así definitivamente consolidada la separación del Imperio en dos partes independientes.
o Occidente, más afectada por la crisis tendrá que hacer frente a las invasiones bárbaras y fracasará, siendo depuesto el último emperador en 476
o Oriente consigue resistir a los invasores y perpetuarse como Imperio Romano de Oriente. Helenizado posteriormente como Imperio Bizantino, perdurará hasta 1453.

II – Organización política: Al concentrarse el poder en una sola persona el sistema es similar a una monarquía, pero intenta alejarse del modelo de la etapa monárquica.
o Existe un único dirigente máximo que lleva los títulos de Imperator Caesar Augustus y que asume parte de las magistraturas republicanas (pontífice máximo, tribuno de la plebe etc.)
o Continúan existiendo instituciones como el Senado y el Consulado pero pierden algunas de sus funciones principales que serán asumidas por el emperador.
(Ver cuadro adjunto)


III – Crisis económica: Los síntomas de la decadencia que se inician en el siglo III afectan también a la economía.
• El sistema de producción esclavista deja de ser rentable y la artesanía y el comercio experimentan un importante retroceso, así como el uso de la moneda.
• La sociedad se ruraliza, las ciudades se despueblan y los propietarios se refugian en sus villas, en las que el trabajo agrícola de los esclavos es sustituido por el de los colonos a los que se les asignan lotes de tierra para su explotación
• Las relaciones de los ciudadanos con el estado se debilitan, siendo sustituidas por relaciones de dependencia personal entre poderosos y débiles, anunciando la organización social del feudalismo.
Esta debilidad económica fue mucho más grave en Occidente que en Oriente y, sumada a la crisis de las instituciones políticas y administrativas del estado, hizo posible que la entrada de pueblos bárbaros en el Imperio se hiciera masiva y que los invasores asumieran el poder, deponiendo al último emperador Rómulo Augústuloy poniendo fin al Imperio Romano de Occidente en 476.